El candidato a gobernador por Cambia Mendoza disertó en la primera jornada del XXVI Seminario de Federalismo Fiscal, en la Universidad de Mendoza. Demostró los manejos discrecionales de los fondos que envía la Nación a las provincias y pidió por una nueva distribución de los ATN, el transporte público y la Coparticipación Federal.
El senador nacional y candidato a gobernador por Cambia Mendoza, Alfredo Cornejo, expuso en la primera jornada del XXVI Seminario de Federalismo Fiscal, que se realiza en la Universidad de Mendoza. Se trata de la edición número 26 de este evento que busca establecer una mirada interdisciplinaria de economistas, juristas, contadores, sociólogos, politólogos e historiadores.
El ex gobernador, José Octavio Bordón; la doctora en Ciencias Jurídicas y Sociales, Gabriela Ábalos, y el ministro de Finanzas de Córdoba, Osvaldo Giordano, integraron el panel junto a Cornejo. La moderación estuvo a cargo del representante de la Academia Nacional de Derecho de Córdoba, Antonio María Hernández.
Durante el encuentro el senador nacional hizo referencia a la necesidad de contar con un verdadero federalismo en el país. En ese sentido, explicó que “no hay posibilidad de que haya verdadera autonomía provincial si no hay una razonable distribución (primaria y secundaria) de los recursos y gastos fiscales entre la Nación y las provincias y entre éstas últimas entre sí”.
Según Cornejo, entre los principales problemas que llevan a un “federalismo lastimado”, está el centralismo en Buenos Aires, la desigual y la injusta distribución de recursos entre provincias. “Se castiga a las provincias con buenas administraciones y se premia a las que tienen administraciones, por lo menos, deficientes”, aseguró.
De esta manera, indicó que la coparticipación se ha vuelto “una trampa” y dejó en claro que “debemos encontrar un mecanismo que nos permita, hasta que se reforme la Ley, salir de este esquema que tiene entrampadas a las provincias que producen”. Asimismo, hizo hincapié en la importancia de “buscar metas fiscales para asignar de mejor manera los recursos nacionales”.
El senador aseguró que “este desequilibrio crónico es la causa principal de nuestra inestabilidad macroeconómica y la falta de competitividad internacional”. A modo de ejemplo citó que mientras en Formosa el Estado gasta $75 de cada $100 que se producen en la provincia, $63 se financian con recursos de la Coparticipación Federal y agregó: “En Mendoza el gasto del Estado representa 38 pesos de cada 100 que se producen y sólo 28 corresponden a recursos federales”.
Según explicó, en los últimos 20 años, la provincia de Buenos Aires ha sido tomada de rehén por los gobiernos centrales y siempre tuvieron dificultades para pagar salarios. “Si uno ve la crónica periodística, se puede observar a los distintos gobernadores mendigaban fondos para pagar.
Ante este panorama, Cornejo resaltó que “la Argentina va a tener un plan de estabilización monetaria, debería tenerlo gane quien gane las elecciones. En nuestra acción política creemos que hay más solvencia en Juntos por el Cambio para llevarlo adelante”.
Provincias beneficiadas y provincias perjudicadas
Mendoza es la tercera provincia que menos recursos recibe por habitante mediante el Sistema de Coparticipación Federal. La Rioja, San Luis y San Juan reciben más del doble. “La asignación de recursos discrecionales no puede ser arbitraria o solo por el signo político”, dijo el candidato a gobernador y señaló que “debe ser fundada en necesidades reales y asignar estos recursos con un seguimiento. En general las provincias más beneficiadas continúan manteniendo un déficit histórico en infraestructura”.
Además, el senador mencionó que en la gestión de Alberto Fernández cada mendocino recibió $35.756 pesos para comedores escolares, tarjeta alimentaria, apoyo escolar, construcción de jardines de infantes, redes de agua y saneamiento, salud, etc. “Los riojanos 10 veces más. Los pampeanos 4 veces más. Los sanjuaninos 2 veces más”, indicó.
El candidato a gobernador explicó que con respecto a la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) “se puede observar claramente la discrecionalidad, ya que La Rioja aparece con 355 mil pesos por habitante, mientras que Mendoza es la última con sólo 35.000 pesos por habitante”.
Resaltó que “hay espacio para una nueva ley de coparticipación y también para pactos fiscales, pero tienen que generar incentivos de distribución equitativa de los fondos discrecionales, con premios, castigos y parámetros concretos acerca del empleo público”.
Asimismo, en cuanto al transporte público de pasajeros, Cornejo remarcó que en grandes ciudades de la Argentina está desapareciendo el servicio y trajo a colación el proyecto presentado en el Congreso para remediar esta situación. “Buscamos una distribución equitativa con parámetros y objetivos claros en cuanto a cantidad de ómnibus, de kilómetros recorridos y de choferes, entre otras cosas”. Ante esto, resaltó que sostener el sistema con esta discrecionalidad de los recursos es muy difícil ya que el 90% va a parar a AMBA y el resto a las provincias y esto es insostenible.
“La economía de Mendoza se ve ampliamente perjudicada por parte de un montón de incompetencias del poder central. La elevada inflación quizás sea la epidermis que cualquier ciudadano percibe”, analizó Cornejo.
La propuesta nacional
Durante su exposición Cornejo aseguró que es necesario un recálculo en los ponderadores que asignan los recursos federales, tanto en la distribución primaria entre Nación, las provincias y CABA; como en la distribución secundaria, entre las 23 provincias, y sobre la base de dos premisas. Por un lado, mencionó la necesidad de asegurar un piso de bienes y servicios públicos en todo el territorio nacional y por el otro hizo referencia a propender a que el nivel de correspondencia fiscal sea parejo en todas las jurisdicciones subnacionales.
“En otras palabras, se necesita una refundación fiscal de nuestra Argentina”, aseguró el senador. En ese sentido, sostuvo que “la voluntad de este cambio debería mostrarse, sin necesidad de una ley, sino utilizando las transferencias discrecionales para ecualizar el reparto y no para agravar las injusticias”.
Además, explicó que “es necesario explorar la posibilidad de equilibrar las cargas a través del gasto que la Nación realiza en forma directa en las provincias, al ejecutar el Presupuesto que anualmente es aprobado por el Congreso Nacional”.
De esta manera, detalló que hay que ir hacia “un sistema tributario más simple” que cuente “con 5 grandes impuestos y un sistema de coparticipación de los recursos tributarios más claro, que premie el buen comportamiento fiscal de los actores del sistema en función de criterios técnicos y mensurables. Nuestro producto bruto interno no soporta más presión tributaria”.
El caso Mendoza
Para finalizar, Cornejo indicó que en el caso de Mendoza la provincia “ha centrado su orden fiscal y la baja de impuestos distorsivos y si bien, puede parecer lenta, es constante y sin marchas atrás. Esto no lo ha hecho ninguna otra provincia”.
A modo de ejemplo, citó que en el ejercicio fiscal 2023 se ha buscado simplificar los Ingresos Brutos y su disminución en las microempresas. También recordó que se han reducido las alícuotas de 74 actividades de los rubros industria y construcción, que alcanzan al 24% de los contribuyentes de estos rubros.
Otro de los puntos que mencionó fue la eliminación de las alícuotas incrementales para los contribuyentes medianos y la mantención de la tasa 0 para el sector agropecuario, la industria del software, investigación y desarrollo, reciclaje y educación. Para cerrar, indicó que, además, se buscó aliviar la carga de los impuestos inmobiliario y automotor, como la de sellos, con el objeto de que no sean un ancla para los particulares.
“Nuestra actual organización en materia fiscal es federal e injusta para gastar. Pero es unitaria e ineficiente para recaudar. Al desdibujarse la correspondencia fiscal, se invisibiliza la responsabilidad”, aseguró al senador al afirmar que “creemos en una Argentina de progreso y en la cultura del esfuerzo. Solo necesitamos generar conciencia para ordenar jurídicamente nuestros hábitos y conductas, sobre todo las que tienen que ver con la forma en que gastamos los recursos fiscales entre la Nación, las provincias y los municipios”.